Aquí dejo el resumen de unos artículos relacionados con la adaptacion cardiovascular y el deporte.
El entrenamiento y el ejercicio físico producen cambios adaptados a la edad del individuo, y en función de su condición física.
El aprendizaje, incluido el deportivo, se produce de diferentes formas durante el ciclo de la vida. En cada etapa vital, se produce un llamado periodo sensible, en el que los alumnos son más propensos a responder adecuadamente, con mayor sensibilidad al aprendizaje. Éste periodo se refleja hacia un tipo u otro de aprendizajes según la edad. En la adolescencia, éste periodo sensible está orientado al ejercicio físico. La razón es biológica: hay una clara relación entre el crecimiento corporal y el cardiaco, por lo que cuando se produce el llamado “estirón” el cuerpo está más preparado para afrontar la actividad física. Además, en su forma metabólica, los niños tienen una mayor capacidad de generación de energía y una mayor concentración de lípidos. Esto hace que después de ejercicio intenso y duradero no baje la glucosa pero sí aumenten los ácidos grasos. Resumiendo, lo que esto significa es que produce una mayor movilización del “combustible” del cuerpo.
Una de las primeras capacidades que se desarrolla es la resistencia, que produce los siguientes efectos adaptativos en el organismo:
· Aumento del diámetro y del número de capilares.
· Aumento de la musculatura cardiaca y regulación de la distribución sanguínea (en esfuerzo y reposo).
· Aumento del volumen de sangre y de los glóbulos rojos.
Con respecto a las chicas, su menor potencia también tiene una explicación metabólica: tienen un mayor volumen sistólico y una masa sanguínea inferior, lo que limita el aumento de la capacidad cardiaca.
Desde el punto de vista fisiológico, ante estímulos de larga duración, los niños presentan fenómenos de adaptación similares a los de los adultos.
Si algo caracteriza al niño en estas edades, es la gran capacidad para desarrollar esfuerzos continuos pero moderados a alta frecuencia cardiaca. Esto es debido a diferentes factores fisiológicos: menor tamaño del corazón (70-80 %), pulso basal mayor (20%), respuesta cardiaca mayor, menor desarrollo de la arteria aorta y de la red capilar periférica y aumento mayor de la masa muscular esquelética respecto a la del miocardio.
El tamaño del corazón del niño, en proporción, es igual que el del adulto. Por eso, un trabajo aeróbico bien dosificado puede ser muy beneficioso, ya que el niño está perfectamente dotado para él. Se puede conseguir una hipertrofia del miocardio, una mejora de la circulación sanguínea, un proceso ventilatorio mejor, y una respiración más adaptada al esfuerzo físico.
Sin embargo, la reserva metabólica de los niños es menor que la de los adultos. Esto hace que tengan menos capacidad de poder mantener actividades de alta intensidad.
Por otro lado, sabemos que el volumen sistólico tiene relación directa con el tamaño corporal. El tamaño del corazón va aumentando progresivamente de forma paralela al peso corporal. Solo encontramos una edad en la que esto no se cumple. “En el desarrollo del corazón en niños y adolescentes en el período entre los 11 y 15 años, el peso y el volumen cardíaco aumenta en un 50% mientras que el resto de la musculatura esquelética lo hace en un 70%. Podríamos decir que la capacidad de trabajo muscular puede ser mayor que la del corazón” en esa época. El tamaño del corazón se “estanca” alrededor de los 18 años en los chicos y 16 en las chicas.
Bibliografía:
- http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=242815
- http://cdeporte.rediris.es/revista/revista11/artadaptar.htm
- http://www.efdeportes.com/efd59/entrena.htm
- http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0300893210701846
- http://www2.unicen.edu.bo/ofyk/wp-content/uploads/2011/06/ADAPTACI%C3%93N-CARDIOVASCULAR-Y-CAPACIDAD-DE-RECUPERACI%C3%93N-CARDIACA-EN-J%C3%93VENES-DE-13-A%C3%91OS.pdf
http://www.itrconsultores.cl/docs/Fisiologia%20del%20ejercicio.pdf
El entrenamiento y el ejercicio físico producen cambios adaptados a la edad del individuo, y en función de su condición física.
El aprendizaje, incluido el deportivo, se produce de diferentes formas durante el ciclo de la vida. En cada etapa vital, se produce un llamado periodo sensible, en el que los alumnos son más propensos a responder adecuadamente, con mayor sensibilidad al aprendizaje. Éste periodo se refleja hacia un tipo u otro de aprendizajes según la edad. En la adolescencia, éste periodo sensible está orientado al ejercicio físico. La razón es biológica: hay una clara relación entre el crecimiento corporal y el cardiaco, por lo que cuando se produce el llamado “estirón” el cuerpo está más preparado para afrontar la actividad física. Además, en su forma metabólica, los niños tienen una mayor capacidad de generación de energía y una mayor concentración de lípidos. Esto hace que después de ejercicio intenso y duradero no baje la glucosa pero sí aumenten los ácidos grasos. Resumiendo, lo que esto significa es que produce una mayor movilización del “combustible” del cuerpo.
Una de las primeras capacidades que se desarrolla es la resistencia, que produce los siguientes efectos adaptativos en el organismo:
· Aumento del diámetro y del número de capilares.
· Aumento de la musculatura cardiaca y regulación de la distribución sanguínea (en esfuerzo y reposo).
· Aumento del volumen de sangre y de los glóbulos rojos.
Con respecto a las chicas, su menor potencia también tiene una explicación metabólica: tienen un mayor volumen sistólico y una masa sanguínea inferior, lo que limita el aumento de la capacidad cardiaca.
Desde el punto de vista fisiológico, ante estímulos de larga duración, los niños presentan fenómenos de adaptación similares a los de los adultos.
Si algo caracteriza al niño en estas edades, es la gran capacidad para desarrollar esfuerzos continuos pero moderados a alta frecuencia cardiaca. Esto es debido a diferentes factores fisiológicos: menor tamaño del corazón (70-80 %), pulso basal mayor (20%), respuesta cardiaca mayor, menor desarrollo de la arteria aorta y de la red capilar periférica y aumento mayor de la masa muscular esquelética respecto a la del miocardio.
El tamaño del corazón del niño, en proporción, es igual que el del adulto. Por eso, un trabajo aeróbico bien dosificado puede ser muy beneficioso, ya que el niño está perfectamente dotado para él. Se puede conseguir una hipertrofia del miocardio, una mejora de la circulación sanguínea, un proceso ventilatorio mejor, y una respiración más adaptada al esfuerzo físico.
Sin embargo, la reserva metabólica de los niños es menor que la de los adultos. Esto hace que tengan menos capacidad de poder mantener actividades de alta intensidad.
Por otro lado, sabemos que el volumen sistólico tiene relación directa con el tamaño corporal. El tamaño del corazón va aumentando progresivamente de forma paralela al peso corporal. Solo encontramos una edad en la que esto no se cumple. “En el desarrollo del corazón en niños y adolescentes en el período entre los 11 y 15 años, el peso y el volumen cardíaco aumenta en un 50% mientras que el resto de la musculatura esquelética lo hace en un 70%. Podríamos decir que la capacidad de trabajo muscular puede ser mayor que la del corazón” en esa época. El tamaño del corazón se “estanca” alrededor de los 18 años en los chicos y 16 en las chicas.
Bibliografía:
- http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=242815
- http://cdeporte.rediris.es/revista/revista11/artadaptar.htm
- http://www.efdeportes.com/efd59/entrena.htm
- http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0300893210701846
- http://www2.unicen.edu.bo/ofyk/wp-content/uploads/2011/06/ADAPTACI%C3%93N-CARDIOVASCULAR-Y-CAPACIDAD-DE-RECUPERACI%C3%93N-CARDIACA-EN-J%C3%93VENES-DE-13-A%C3%91OS.pdf
http://www.itrconsultores.cl/docs/Fisiologia%20del%20ejercicio.pdf
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