La columna vertebral (también
llamada espina dorsal o raquis) es una compleja estructura ósteo-fibro-cartilaginosa
articulada y resistente. Va desde la cabeza, la cual sostiene, hasta la pelvis a la que da soporte.
La columna vertebral consta de cinco
regiones conformadas por entre 26 ó 33 vértebras (varían según el autor porque
algunas se encuentran unidas):
·
7 vértebras cervicales (C1-C7)
·
12 vértebras torácicas (T1-T12)
·
5 vértebras lumbares ( L1-L5)
·
Sacro (5 vértebras unidas)
·
Coxis (4 vértebras unidas)
La diferencia
entre el número de vertebras depende de la edad del individuo, ya que nacemos
con 33 y en la edad adulta las de la región coxígea y el sacro se unifican,
tratándose como dos huesos únicos.
Cada región consta de sus propias
características, amoldadas a su función, e incluso cada vértebra difiera de las
demás (aunque existe una vértebra tipo). De esta forma, las vértebras de los
extremos de cada región se van acercando en forma a las que la siguen o
anteceden.
Sus funciones son diversas y variadas,
pero la principal es de sostén y protección. El sostén que proporciona es tanto
estático como dinámico. Y en cuanto a la protección, recubre una parte vital
del sistema nervioso: la médula espinal (tejido nervioso encargado de
transmitir la información del cerebro al aparato locomotor). Además, no podemos
olvidar que la columna vertebral permite el desplazamiento en bipedestación, es
decir, de pie. También es la que posibilita el movimiento del tronco.
Como hemos dicho, la columna
vertebral está formada por diferentes huesos denominados vértebras,
superpuestas y articuladas entre sí. Para evitar el rozamiento entre los huesos
y facilitar la movilidad, entre las vértebras encontramos unos tejidos
denominados discos intervertebrales, que aportan flexibilidad y hacen de
amortiguadores. Estos discos están formados en el centro por una sustancia
gelatinosa envuelta por otra sustancia fibrosa que la mantiene en su lugar. Y
en cuanto a su estructura ósea general, el cuerpo vertebral tiene la estructura
de un hueso corto, por lo que consta de tejido esponjoso en el centro rodeado
por una capa de hueso denso.
La columna vertebral se sitúa en la
parte central dorsal del cuerpo. Si la miramos desde atrás, parece que forma
una línea recta, pero desde la vista lateral se ve que no es así. Debido a la
forma de las vértebras, y para poder desarrollar correctamente su función, la
columna tiene una serie de curvaturas. Las hay de dos tipos: cifosis y
lordosis. La cifosis es la curvatura que produce una concavidad anterior (y por
tanto una convexidad dorsal). La lordosis, al contrario, dispone una convexidad
anterior y una concavidad dorsal. Cada zona de la columna consta de una u otra
curvatura, intercalándose:
-
Zona
cervical: lordosis
-
Zona
torácica: cifosis
-
Zona
lumbar: lordosis
-
Zona
sacro-coxígea: cifosis
Estas curvaturas son las que le
proporcionan a la columna tanto la estabilidad como la flexibilidad.
Vistas las generalidades de la
columna, vamos a adentrarnos un poco más en las diferencias entre cada zona y
los tipos de vértebras.
VÉRTEBRA TIPO
Aunque cada vértebra tiene unas
características propias, podemos encontrar una vértebra tipo con las diferentes
partes que componen cada uno de los pequeños huesos. Podemos encontrar dos
partes principales: el cuerpo vertebral y el arco posterior.
El cuerpo vertebral se trata de una
masa ósea que constituye la parte más compacta de la vértebra. Adherido a éste,
por la parte posterior, se encuentra el arco vertebral. Tiene forma de
herradura, y en él se encuentran a los laterales las apófisis articulares, las
apófisis transversas, las apófisis espinosas, las láminas y los pedículos. Para
comprender se estructura, nada mejor que ver una imagen.
Aunque como hemos hablado, cada
región, e incluso cada vértebra, tiene sus propias características, que vamos a
ver a continuación.
CERVICALES
La región cervical está compuesta por
7 vértebras, que van desde la C1 a la C7. Destacan por sus apófisis espinosas
pequeñas, exceptuando las dos primeras vértebras. Son las vértebras que sostienen
la cabeza, y como hemos visto, están articuladas en forma de lordosis. Estas
primeras vértebras nos permiten la movilidad del cuello: lateral, rotación y
flexo-extensión. Dentro de esta región hay dos vértebras que destacan
especialmente entre las demás: la C1 y la C2. Responden, respectivamente, al
nombre de Atlas y Axis. Éstas vertebras se articulan de forma diferente al
resto y su forma es particularmente distinta, y gracias a éste hecho su
articulación nos permite la movilidad del cuello.
El atlas tiene la particularidad
estructural de que carece de verdadero cuerpo vertebral. El resto de elementos
se pueden encontrar, pero están reducidos. La cara inferior tiene una carilla
articular para el axis, casi plana. En la parte posterior, en la línea media,
tiene otra carilla articular para la apófisis odontoides del axis.
El axis principalmente se caracteriza
por la apófisis odontoides de la que
hablaba, que es una prominencia vertical que sobresale por la cara superior.
Tiene las apófisis transversas muy cortas, y la espinosa muy ancha.
REGIÓN TORÁCICA
La región torácica, o dorsal, consta
de 12 vértebras, T1-T12 (D1-D12). En éstas vértebras se articulan las
costillas, y debido a esto es una región más rígida. A éste nivel se encuentran
los pulmones, el corazón, y otros órganos vitales que protegen junto con la
caja torácica, por lo que la columna debe evitar una excesiva flexión. Según
vamos descendiendo, las vértebras van siendo más grandes. La vértebra más
característica de esta zona es la D12 o T12. Ésta es la última, y por tanto
tiene una forma un tanto amoldada a la siguiente región. El cuerpo se acerca un
poco en forma y tamaño a la región lumbar, y sus carillas articulares
inferiores son convexas, y está dirigidas hacia los laterales para encajar
adecuadamente con la primera vértebra lumbar.
REGIÓN LUMBAR
Compuesto por 5 vértebras, L1-L5. Estas
vértebras son especialmente grandes debido al peso que tienen que soportar. Formando
la tercera curva fisiológica, una lordosis, permiten un rango muy grande de flexión
y extensión del troco, así como de flexión lateral, siendo éste uno de los
segmentos que mayor movilidad permite en toda la columna. También aumentan su
voluminosidad según descendemos, al igual que en las dorsales. Tienen las
apófisis transversas incompletas, y son más anchas de lado a lado que de adelante
a atrás.
REGIÓN SACRO-COXÍGEA
Es la última parte de la columna. Son
dos partes separadas, formadas en un principio por 5 y 4 vértebras
respectivamente, pero que se encuentran fusionadas formando así dos huesos
únicos. Son las únicas vértebras entre las que no existe disco vertebral. A
pesar de ser la parte final de la columna, el coccis no soporta peso corporal,
sino que ofrece inserciones. La articulación sacrococcigea es una anfiartrosis
sin apenas movimiento.