jueves, 5 de diciembre de 2013

La columna vertebral


La columna vertebral (también llamada espina dorsal o raquis) es una compleja estructura ósteo-fibro-cartilaginosa articulada y resistente. Va desde la cabeza, la cual sostiene, hasta la pelvis a la que da soporte.
La columna vertebral consta de cinco regiones conformadas por entre 26 ó 33 vértebras (varían según el autor porque algunas se encuentran unidas):
·         7 vértebras cervicales (C1-C7)
·         12 vértebras torácicas (T1-T12)
·         5 vértebras lumbares ( L1-L5)
·         Sacro (5 vértebras unidas)
·         Coxis (4 vértebras unidas)


La diferencia entre el número de vertebras depende de la edad del individuo, ya que nacemos con 33 y en la edad adulta las de la región coxígea y el sacro se unifican, tratándose como dos huesos únicos.
Cada región consta de sus propias características, amoldadas a su función, e incluso cada vértebra difiera de las demás (aunque existe una vértebra tipo). De esta forma, las vértebras de los extremos de cada región se van acercando en forma a las que la siguen o anteceden.
Sus funciones son diversas y variadas, pero la principal es de sostén y protección. El sostén que proporciona es tanto estático como dinámico. Y en cuanto a la protección, recubre una parte vital del sistema nervioso: la médula espinal (tejido nervioso encargado de transmitir la información del cerebro al aparato locomotor). Además, no podemos olvidar que la columna vertebral permite el desplazamiento en bipedestación, es decir, de pie. También es la que posibilita el movimiento del tronco.
Como hemos dicho, la columna vertebral está formada por diferentes huesos denominados vértebras, superpuestas y articuladas entre sí. Para evitar el rozamiento entre los huesos y facilitar la movilidad, entre las vértebras encontramos unos tejidos denominados discos intervertebrales, que aportan flexibilidad y hacen de amortiguadores. Estos discos están formados en el centro por una sustancia gelatinosa envuelta por otra sustancia fibrosa que la mantiene en su lugar. Y en cuanto a su estructura ósea general, el cuerpo vertebral tiene la estructura de un hueso corto, por lo que consta de tejido esponjoso en el centro rodeado por una capa de hueso denso.
La columna vertebral se sitúa en la parte central dorsal del cuerpo. Si la miramos desde atrás, parece que forma una línea recta, pero desde la vista lateral se ve que no es así. Debido a la forma de las vértebras, y para poder desarrollar correctamente su función, la columna tiene una serie de curvaturas. Las hay de dos tipos: cifosis y lordosis. La cifosis es la curvatura que produce una concavidad anterior (y por tanto una convexidad dorsal). La lordosis, al contrario, dispone una convexidad anterior y una concavidad dorsal. Cada zona de la columna consta de una u otra curvatura, intercalándose:
-          Zona cervical: lordosis
-          Zona torácica: cifosis
-          Zona lumbar: lordosis
-          Zona sacro-coxígea: cifosis
Estas curvaturas son las que le proporcionan a la columna tanto la estabilidad como la flexibilidad.
Vistas las generalidades de la columna, vamos a adentrarnos un poco más en las diferencias entre cada zona y los tipos de vértebras.


VÉRTEBRA TIPO
Aunque cada vértebra tiene unas características propias, podemos encontrar una vértebra tipo con las diferentes partes que componen cada uno de los pequeños huesos. Podemos encontrar dos partes principales: el cuerpo vertebral y el arco posterior.
El cuerpo vertebral se trata de una masa ósea que constituye la parte más compacta de la vértebra. Adherido a éste, por la parte posterior, se encuentra el arco vertebral. Tiene forma de herradura, y en él se encuentran a los laterales las apófisis articulares, las apófisis transversas, las apófisis espinosas, las láminas y los pedículos. Para comprender se estructura, nada mejor que ver una imagen.




Aunque como hemos hablado, cada región, e incluso cada vértebra, tiene sus propias características, que vamos a ver a continuación.


CERVICALES

La región cervical está compuesta por 7 vértebras, que van desde la C1 a la C7. Destacan por sus apófisis espinosas pequeñas, exceptuando las dos primeras vértebras. Son las vértebras que sostienen la cabeza, y como hemos visto, están articuladas en forma de lordosis. Estas primeras vértebras nos permiten la movilidad del cuello: lateral, rotación y flexo-extensión. Dentro de esta región hay dos vértebras que destacan especialmente entre las demás: la C1 y la C2. Responden, respectivamente, al nombre de Atlas y Axis. Éstas vertebras se articulan de forma diferente al resto y su forma es particularmente distinta, y gracias a éste hecho su articulación nos permite la movilidad del cuello.
El atlas tiene la particularidad estructural de que carece de verdadero cuerpo vertebral. El resto de elementos se pueden encontrar, pero están reducidos. La cara inferior tiene una carilla articular para el axis, casi plana. En la parte posterior, en la línea media, tiene otra carilla articular para la apófisis odontoides del axis.
El axis principalmente se caracteriza por  la apófisis odontoides de la que hablaba, que es una prominencia vertical que sobresale por la cara superior. Tiene las apófisis transversas muy cortas, y la espinosa muy ancha.



REGIÓN TORÁCICA

La región torácica, o dorsal, consta de 12 vértebras, T1-T12 (D1-D12). En éstas vértebras se articulan las costillas, y debido a esto es una región más rígida. A éste nivel se encuentran los pulmones, el corazón, y otros órganos vitales que protegen junto con la caja torácica, por lo que la columna debe evitar una excesiva flexión. Según vamos descendiendo, las vértebras van siendo más grandes. La vértebra más característica de esta zona es la D12 o T12. Ésta es la última, y por tanto tiene una forma un tanto amoldada a la siguiente región. El cuerpo se acerca un poco en forma y tamaño a la región lumbar, y sus carillas articulares inferiores son convexas, y está dirigidas hacia los laterales para encajar adecuadamente con la primera vértebra lumbar.


REGIÓN LUMBAR

Compuesto por 5 vértebras, L1-L5. Estas vértebras son especialmente grandes debido al peso que tienen que soportar. Formando la tercera curva fisiológica, una lordosis, permiten un rango muy grande de flexión y extensión del troco, así como de flexión lateral, siendo éste uno de los segmentos que mayor movilidad permite en toda la columna. También aumentan su voluminosidad según descendemos, al igual que en las dorsales. Tienen las apófisis transversas incompletas, y son más anchas de lado a lado que de adelante a atrás.




REGIÓN SACRO-COXÍGEA


Es la última parte de la columna. Son dos partes separadas, formadas en un principio por 5 y 4 vértebras respectivamente, pero que se encuentran fusionadas formando así dos huesos únicos. Son las únicas vértebras entre las que no existe disco vertebral. A pesar de ser la parte final de la columna, el coccis no soporta peso corporal, sino que ofrece inserciones. La articulación sacrococcigea es una anfiartrosis sin apenas movimiento. 

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